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 Hace ya bastante tiempo veo las cosas de otra forma, me gusta todo lo que está pasando sea o no lo que yo haya querido en su momento, esta bueno saber que hay algunas cosas que ya no duelen, todavía golpea quizás un poco, pero es como una palmada en la espalda que dice "ya paso" o "ya va a pasar por completo", pero no duele.
 Lo único que me hubiese gustado cambiar, pero no de los demás, sino de mi, es haber aprovechado todo lo lindo que me hizo sentir en algún momento, me preocupe mucho en el tiempo que me quedaba por ser feliz, sin saber que esa intensidad iba a ser difícil recuperarla después, me hubiese gustado cambiar conmigo misma porque ahora que pasó mucho tiempo, se que va a ser difícil volver a sentir ese tipo de emoción en el pecho de la misma manera, me molesté conmigo porque pasó mucho tiempo y todavía hay algo en mi que sigue sintiendo eso pero me da miedo darme cuenta que con cada día que pasa se está yendo, y quizás no sea lo correcto porque hay veces que esos sentimientos no corresponden o van directo a la persona equivocada, pero mi mayor problema no es eso, es no poder volver a sentirme de la misma manera,
 Es irónico porque muchas veces vivimos preocupandonos por el futuro, por lo que va a pasar y que cuan infelices podrimos llegar a ser sin algo/alguien, y pasamos por alto la felicidad que tenemos en ese momento, y despues de unos años que ya pasó todo, que ya paso el momento, la felicidad, el sentimiento, nos quedamos ahí, o quisieramos volver al pasado.

Encontrar

 Durante mucho tiempo pedí encontrar a alguien que me quiera tal cual soy. Se cumplió, apareció alguien que me valoro sin importar nada durante un largo tiempo, ni mi pasado, ni mis errores, ni mis fracasos ni triunfos, no había excusas, no había un "pero". El problema de todo esto es que quizás me quedé corta con la petición, ya que solo pedí encontrarla, pero se me olvido pedir que también se quedara.

Ya pasó

 Pudo haber perdido la cabeza por usted, quedando inmerso en esas palabras frágiles, cargadas de mentira, fingiendo que las creía. Hoy pisotea con sus propias palabras y acciones aquellos sentimientos que alguna vez no quería dejar ir.
 Sumiso a todo aquello que le depara el destino, susceptible con todo aquello que no puedo permitir. Ya no existe la vulnerabilidad, ni la compasión, ni la espera... ni hablar de amor, solo el sabe lo que siente, y lo calla.
 ¿Que tan difícil es negar algo? ¿y que tan difícil es reconocerlo?

Un capricho más

 Toda mi vida sostuve que soltar algo que querés no es una opción, que la resignación es la atención excesiva hacia algo o alguien transformado en desinterés después del desencuentro. Hoy, de todas formas... me veo muy alejada de las dos. Ahora me doy cuenta que querer no es poder, y que los caprichos cumplidos no fueron muy buena idea, pero no puedo dejar caer el peso sobre otras personas y es tiempo de replantearme ¿Que fue lo que pasó?. Y creo que esa pregunta en mi vida no va a ser resuelta, ingenuamente va a desaparecer, como tantas cosas que me planteaba desde chica y a falta de una respuesta, simplemente se fueron de mi cabeza. Entonces volvemos al principio... ¿Resignación?.

 Al final, después de todo, siempre fui el tipo de personas que no cree en resignarse, pero al no haber opción quizás dejé que se vaya, sea lo que sea, pero llamarlo resignación, jamás. ¿Será que camuflaba mi propia conformidad en un acto de apatía y al final era todo producto de lo mismo? Nuevamente pisamos el principio de esta historia. ¿Lo ven? Cuando menos te lo esperas sos la clase de persona que no toleras. Como se dan vuelta las cosas con tan solo mirarse al espejo y preguntarse enfrentado a uno mismo lo que siempre quisiste entender y nunca pudiste.

 Entre idas y vueltas, negaciones, engañarse a uno mismo y cosas sin sentido queriendo tener otra solución, ahora ratifico que hace tiempo es tiempo de dejar ir, lo que se pierde hoy mañana se recupera, y lo que alguna vez di de a poco vuelve.

 Pero, las preguntas nunca dejan de surgir, eso es algo inmutable en la vida de una persona, filosofamos queriendo encontrar la respuesta a todo y peor aún, a veces inventamos la respuesta que queremos escuchar.
 Entonces ¿Como hice todo este tiempo antes de que aparezcan estas preguntas? Si el engaño a uno mismo no podría servir nunca, lo se, si aún apenas respiro cuando escucho su nombre.

Quizas

 Ya son años esperando tocar el suelo, espero sentir algo abajo mis pies, ya que desde aquella vez donde me desterraron de mi propio cielo, del único cielo que conocí, sigo en caída.
  Todo lo que escribo reflejan mi otro yo, el que conocen todos menos vos, en este momento hablo en tercera persona de mi misma, ya que soy una persona ajena a mis propios sentimientos. De todas formas, no me arrepiento de haberlo dado todo, pues, cuando alguien falle, se que se me recordará por aquello por lo que tanto di.

Estoy a un costado

 El mas difícil de todos los pasos es el primero, siempre... Pero mientras mas difícil sea este, mas nos aseguramos de que la decisión está tomada. A veces nos preocupamos mas por el tiempo, vivimos atentos al "que dirán", lamentablemente muchos tenemos ese defecto... Muchos mueren sin saber lo que fue vivir, yo no quiero que me pase. Por eso hoy, me hago a un lado.
 Dar un paso al costado no significa ser cobarde, no significa huír, ni tampoco significa haber renunciado a algo. Dar un paso al costado, muchas veces significa quererse a uno mismo, salir de una mala costumbre, o esquivar un viejo recuerdo doloroso... Dar un paso al costado, muchas veces significa un acto de amor... y si eso que alguna vez sentí no fue amor, entonces desconozco por completo todo lo que se refiera a esa palabra.
 Creo que mis deseos mas anhelados son aquellos que me quedaran pendientes de por vida, uno de ellos, sos vos... Pero no puedo permanecer tapando la puerta del camino que te tocó y tampoco puedo seguir arriesgándome a perderme en un camino que no me corresponde.
 Ya me fuí, estoy a un paso del camino que te toca transitar, ese que alguna vez se cruzo con el mio. Nuevamente, somos dos lineas paralelas que no se cruzan... hoy, finalmente estoy a un costado.

Ailu y el espejo

 El sol que da justo en el ventanal la despierta. No puede dormir mas, baja las escaleras, y se dirige al baño... se lava la cara frente al espejo, sin ni siquiera mirarse.

 Apurada, se da media vuelta y se seca con la toalla que tiene a la izquierda del lavamanos, la cual despues de secarse se cae y en medio del alboroto decide no levantarla... agarra el picaporte de la puerta y con un fuerte tirón la abre para salir... 

 -"Che, flaca! Porque tanto apuro?"

 Al escuchar esto inmediatamente se da vuelta pero no hay nadie. Esa voz le resultaba muy familiar.

-"Aca, Ailu. En frente tuyo!"- Nuevamente la voz.

 A lo que Ailen, levanta la mirada con cierto temor y se encuentra con su propia imagen en el espejo, esa imagen de si misma que últimamente venia ignorando todos los días.

-Soy yo eu! O vos, no se... es lo mismo. Tanto tiempo ¿no? - le dijo su reflejo

 La sensación de miedo que sentía Ailen se fue inmediatamente, quedando anonadada y un poco avergonzada por la situación. 

-Re abandonada me tenes ¿que paso? - le dice desde el espejo con un tono de decepción.

-No, bueno un poco... boluda, pero ya sabes. Creo que no hace falta que te explique nada. 

-Obvio que lo se! Me acuerdo de todo perfectamente, te pensas que me olvido? Si yo también me enamore con vos esa noche, te acordas? estaba hasta las pelotas de gente y nosotras mirando siempre a la misma persona... Que recuerdos eh! (Sonrie y baja la mirada mientras suelta una leve risa) 

- El problema es que en ese momento te olvidaste de mi! No era asi el asunto che, te zarpaste! 

-Ay no, dale!... no estoy para reproches, de verdad no tengo ganas, no estoy de humor y ya no me siento preparada para nada, ni para defenderme contra mi "propio yo" o como sea que se diga, basta.

 -Ailen! no podes estar asi, cuantas cosas pasamos juntas y la seguimos... eh? decime! Perdidas, discusiones, peleas, tristezas, bronca... superamos y olvidamos todo, pero lo que no podemos es olvidarnos de nosotras mismas. Y vos te olvidaste completamente de mi.

-Bueno, si, no se... 

-"¿No se? ¿No Se?"... A ver, decime... ¿cuantas veces estuviste en frente mio y ni siquiera me miraste? ¿cuantas veces desde acá intente hacerte abrir los ojos y te hacías la que no escuchabas?. 

-Es que ya no puedo boluda, no doy mas! (Los ojos de Ailen empezaron a humedecerse y su voz de a ratos se quiebra)

-Ailen, mirame! - Le dijo su reflejo con una voz firme y autoritaria 

  Ella siguio con la mirada baja, hasta que las lagrimas empezaron a salir de sus ojos.

-Ailen! La puta madre boluda! Mirame a los ojos, carajo! - le grito el espejo.

 Finalmente levanto la vista volviendo a ver su propio reflejo también lagrimeando.

-Nena, no quiero enojarme con vos. Pero perdiste la memoria? Te olvidaste de todas las que pasamos juntas y que bien nos fue?

-Ya se, pero...

-¿Te acordas las veces que nos presentamos a las pruebas sin saber un carajo y la piloteábamos de la mejor manera? ¿o las veces que mamá nos retiro temprano del colegio con lagrimas en los ojos para darnos noticias de mierda? Pero pese a todo cuando íbamos juntas no nos debilitaba nada ni nadie.

-Es verdad, tenes razon. -  Y por unos segundos queda callada sin decir nada... hasta que repentinamente se seca las lagrimas, se paro mas derecha en frente del espejo y mirando su propia imagen a los ojos, dice:

 - Perdoname.

-¿Perdonarte que?

-Te abandoné, pero créeme que no me di cuenta.

-No tengo nada que perdonarte, es que me partía el alma verte tan desorientada, triste... y no poder hacer nada. Me quede afónica de tanto gritarte desde acá flaca, y no me escuchabas eh...!

-No es tarde para que arranquemos de nuevo, no?

-Obvio que no nena! Pero esta vez voy a ser yo quien te va a romper yo las pelotas con "no te olvides de mi de nuevo" "no te vayas con otra"... a cada rato! tal cual como vos le rompias las pelotas a tu ex!!- soltando una carcajada cuando dice esto ultimo

- a lo que ella rie y contesta - No! no podes ser tan resentida. No jodas! 

 Ambas quedaron mirándose una a la otra hasta que la risa iba desapareciendo, convirtiéndose en una sonrisa alentadora. La voz proveniente del espejo ya no contesto, pero su sonrisa perdura. 

 Ailen, levanta la toalla que se le había caído antes de este inesperado encuentro, y antes de salir del baño, vuelve a mirar el espejo y se contempla con amor propio y orgullo, le sonrie a su propia imagen reflejada y se va.